Los refritos de frijoles negros son un plato clásico en la gastronomía mexicana, y por una buena razón. Esta receta es fácil de hacer, económica y muy sabrosa. Además, los frijoles negros son muy saludables y ricos en proteínas y fibra. En este artículo te enseñaremos cómo preparar este plato paso a paso.
Lo primero que debes hacer es remojar los frijoles negros durante toda la noche en agua fría. Esto ayudará a ablandarlos.
Al día siguiente, escurre los frijoles y ponlos en una olla con las 4 tazas de agua. Añade la cebolla, el ajo y los chiles serranos (si optas por usarlos). Cocina todo a fuego medio durante unos 45 minutos, o hasta que los frijoles estén suaves.
Retira la olla del fuego y deja que los frijoles se enfríen un poco. Luego, con una cuchara o un pasapurés, tritura los frijoles hasta que queden más o menos uniformes. No te preocupes si quedan algunos trozos, la textura de los refritos debe ser un poco granulada.
En una sartén grande, calienta la cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Añade los frijoles triturados y mezcla todo bien. Cocina los frijoles durante unos 10 minutos, removiendo constantemente para evitar que se peguen y para que se mezclen bien los sabores.
Prueba los frijoles y añade sal y pimienta al gusto. Si los frijoles te quedan muy secos o duros, puedes añadir un poco de agua para humedecerlos.
Los refritos de frijoles negros se pueden servir como acompañamiento de muchos platos mexicanos, como tacos, burritos, enchiladas, etc. También se pueden comer solos, con alguna guarnición de tu elección.
En conclusión, los refritos de frijoles negros son una receta fácil y deliciosa que seguramente se convertirá en un clásico en tu cocina. No dejes de probarla y experimenta con diferentes ingredientes y guarniciones para personalizarla a tu gusto.